Lo primero que les dije que teníamos que hacer era digitalizar el logotipo.
Utilizamos una Google Font sin serifa, mantuvimos el estilo pero dimos aire entre las letras y simplificamos. El resultado fue un logo más actual y de fácil lectura en las distintas pantallas.
Si nos fijamos, las principales marcas de lujo han ido adaptando sus logos a este entorno digital, con letras más separadas, muchas eliminando los detalles y simplificando al máximo.